Física y viajes espaciales para Ciencia Ficción III - Star Trek

Con la siguiente entrega de esta serie de artículos llegamos a una de las franquicias más emblemáticas de la historia de la ciencia ficción en cine y televisión. Nos referimos a Star Trek, de Gene Roddenbery. Una nota curiosa sobre el creador de esta saga, es que sus cenizas fueron esparcidas por el espacio en el año 1997 aprovechando el lanzamiento de un satélite español: el Minisat 01. 



Quizás de todos los modelos de propulsión espacial e hiper-espacial, el motor de curvatura es el que más interés ha suscitado entre físicos teóricos, hasta el punto de que un español ha comenzado estudios serios sobre una posible solución real (Miguel Alcubierre).


La famosa nave Enterprise dispone de este peculiar motor, que permite deformar el espacio y el tiempo alrededor suyo consiguiendo desplazamientos a velocidades supra-lumínicas. La sala de máquinas se encarga de realizar un proceso de rotación energética que permite generar una burbuja dentro de la cual, se desplaza la nave.  No debe confundirse con un motor de salto, más propio de sagas como Galáctica. Como hemos dicho, la nave Enterprise "se desplaza" a alta velocidad hacia sus destinos, no se teletransporta.

Su velocidad: unas 3000 veces la de la luz.

Al margen de la parte teórica, la parte práctica requiere maniobrar con cantidades de energía muy grandes (tres veces la del sol aproximadamente), pero la materia que permitiría esa emisión de energía -más conocida como materia extraña o exótica- permanece todavía en el debate de su propia existencia.

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