Ciencia ficción DURA vs BLANDA
¿Qué es más importante en una historia de ciencia ficción? ¿El rigor científico? ¿Tal vez los futuros dilemas que se exponen? Hablemos de ello.
Acabo de salir del cine. He visto la adaptación de la obra de Masamune Shirow, Ghost in the Shell: El alma de la máquina.
Acabo de salir del cine. He visto la adaptación de la obra de Masamune Shirow, Ghost in the Shell: El alma de la máquina.
Hablo de los polos DURO y BLANDO de la ciencia ficción. Con Ghost in the Shell han hecho una curiosa y arriesgada apuesta. Para entenderla mejor, vamos a definir primero qué significan estos conceptos de ciencia ficción dura y blanda.
CIENCIA FICCIÓN DURA (hard SF)
Para poner un ejemplo más claro, si leemos una ópera espacial y al terminar somos capaces de explicar cómo vuela la nave de los protagonistas, qué combustible lleva o qué leyes rigen la tripulación de esa flota estelar, nos encontramos ante una obra de ciencia ficción dura.
CIENCIA FICCIÓN BLANDA (soft SF)
La industria del cine, en la mayoría de las ocasiones, se ve obligada a trabajar en esta rama para poder narrar un argumento atractivo, encajar buenos efectos especiales y garantizar taquilla. De hecho, aunque la obra en la que se inspirasen no fuese blanda, al final acaba produciéndose un necesario proceso de "suavización" para lograr un producto cinematográfico viable.
De cualquier forma, como en todo, no podemos hacer una clasificación radical entre lo duro y lo blando. Siempre existen escalas intermedias entre ambas propuestas.
Lo que me ha llamado precisamente la atención de Ghost in the Shell es que muestra la rama blanda en su argumento, algo difícil para una historia venida de un genio de oriente. La rama dura, sin embargo, solo se aprecia si el espectador desea hacerlo a través de la imagen, los efectos CGI... Gracias a la capacidad técnica y creativa que posee hoy día el cine, puede lograrse respetar la dureza de una obra de tal naturaleza haciendo que un espectador medio no tenga que preguntarse, por ejemplo, cómo se está reparando un androide. Es completamente opcional fijarse.
Mientras uno se preguntaba qué tipo de programa movía el brazo robótico que iba imprimiendo en 3D piel sintética sobre la protagonista (sus engranajes, el material,...), mi mujer y mis amigos podían estar centrados solamente en qué sentía en ese momento sobre sí misma, la expresión de su rostro mirando ese proceso de reparación... Todo ello ignorando los detalles técnicos y sin dejar de disfrutar de la obra.
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